Antioxidantes de bayas
Uno de los más particulares rasgos de las bayas del Ártico es su color profundo; ya sea rojo, naranja, azul o púrpura, es el resultado de su alto contenido de antioxidantes.
Los antioxidantes de las bayas pueden tener distintos nombres químicos (flavonoides, antocianinas, etc.) y funciones en las plantas. Sin embargo, todos ellos tienen efectos benéficos para la salud humana gracias a su habilidad para combatir el exceso de radicales libres en el cuerpo humano. Los radicales libres son subproductos químicos que pueden participar en las reacciones indeseadas en nuestro cuerpo como resultado del daño celular. Al daño oxidativo ocasionalmente se le llama estrés oxidativo. El estrés oxidativo puede ocurrir como consecuencia de fumar, puede ser producido por contaminantes ambientales, constituyentes alimenticios, radiación UV y por el consumo de alcohol. Además de las vitaminas y los minerales, los antioxidantes en las bayas son los principales colaboradores en el gran número de beneficios para la salud asociados con una dieta rica en bayas.
Pero hay otras formas de obtener antioxidantes para tu cuerpo aparte de la ingesta de bayas. Una buena forma de obtener antioxidantes provenientes de las bayas es aplicando en tu piel una crema (u otro producto cosmético) que contenga el extracto de dichos frutos. Los aceites de origen vegetal presentes en la crema incrementan la capacidad de penetración a la piel de los compuestos activos de las cremas, tales como los antioxidantes de las bayas. Así, los antioxidantes de las bayas pueden penetrar el cuerpo sin pasar por la boca y el estómago, evitando de esta forma que los compuestos químicos se modifiquen al contacto con las enzimas y los ácidos gástricos. Mediante el uso de una crema rica en antioxidantes, la piel absorbe los antioxidantes directamente de la fuente y de esta manera la piel puede gozar de sus efectos con mayor beneficio.